martes, 30 de abril de 2013

Infidelidad, recomendaciones



¿Cómo enfrentar una crisis de infidelidad?


Recomendaciones
Usualmente las infidelidades de una noche causan menos daño que un engaño que se ha mantenido en el tiempo.
El quedarnos pegados en el engaño no sólo no nos dejará mirar hacia el futuro sino que nos traerá dificultades en el presente. Lo mejor es realizar actividades que te despejen la mente, que te relajen. No dediques todo el tiempo a pensar en lo ocurrido.
Os voy a presentar unos consejos que debeís tener en cuenta cuando se está pasando por una situación así, recordad siempre que ante cualquier técnica, lo importante es la actitud y eso se resume en QUERER HACERLO.
En los problemas de esta naturaleza, siempre es más importante conocer las causas que las acciones en sí. Eso es lo que ayuda a entender el comportamiento infiel.
Evaluar daños. Lo primero que debes tener en cuenta es de qué forma afectó la infidelidad en tu vida. Si fue de una vez o durante años, puede significar una diferencia en cómo enfrentarla. Sin duda, todo depende de la persona.
Establecer un objetivo. Luego de sufrir una infidelidad y de reconocer el valor que ella o el tuvo sobre tu vida, es importante que establezcas un objetivo de superación y reconstrucción de la autoestima perdida.
Asumir la realidad. Asumir el engaño y cómo te sientes al respecto, es fundamental en la recuperación. No tiene nada de malo pedir consejo y oído a tus mejores amistades o familia. Recuerda que tú no has hecho nada malo.
Evitar la morbosidad. No caigas en la morbosidad de querer saber cómo es ella o como es el, o qué tiene mejor que tú. Una actitud así sólo te ayudará a bajar más tu autoestima. Recuerda que el problema no es que ella o el sea mejor que tú. Y si bien un engaño nunca ocurre de la nada, ya que por lo general es producto de problemas de la pareja, ambos tienen algo de responsabilidad.
“Cualquier tema en la pareja hay que hablarlo”.
La comunicación es la clave para resolver cualquier cosa. Por lo mismo, si hay un buen nivel de comunicación, dudo que se llegue a la infidelidad, porque la persona resolvería, antes de llegar a ser infiel, el o los temas que los están aquejando”.
“Cuando se llega a la infidelidad, hay que buscar las causas y no los culpables, como suele hacerse. Es decir, reflexionar sobre qué pasó en la pareja que se abrió un espacio para otra persona… Porque, ciertamente, cuando todo está bien, no hay espacio para ‘un otro’, hombre o mujer. Por eso hay que preguntarse qué le pasó a la relación”.
“La pareja es un sistema. Son dos que se interrelacionan.
Hay que ver qué falló en ese sistema: ver qué le pasó a la compañera o al compañero, para ver si hay opciones de trabajar juntos en eso, en el craso de que se pueda. Si la infidelidad deja muchas heridas y la pareja no se puede rearmar, lo mejor es que se separen. Muchas veces, cuando optan por “dejar pasar el hecho”, sin hablarlo, se da el espacio para rencores permanentes”.
Encuéntrate contigo. Nada mejor para superar una mala experiencia que darte tiempo para ti, para saber cómo te sientes y darte cuenta de lo que necesitas para sanarte. Cada experiencia es única y si bien hay generalidades, cada cual tiene una forma y ritmo de sanción distinto. 
Date el espacio que necesites para vivir lo que te esta pasando. Cada uno tiene su tiempo y espacio para hacer las cosas y si no te sientes a gusto saliendo, no lo hagas. No hay nada peor que responder a las exigencias del resto y olvidarte de las propias.
No todos son iguales. Darte una nueva oportunidad y abrir tu corazón a otra persona sólo te traerá cosas positivas. Evita el odio y el rencor y elimina la frase de todos los hombres o todas las mujeres son iguales.
Confesión
“Es un ‘atenuante’ que alguien confiese una infidelidad, porque -por lo menos tuvo el respeto y la sinceridad para decirle a la pareja lo que pasó o pasa con otra persona, y no la mantiene engañada.
Pero igual va a doler; va a haber un quiebre y no se va a atenuar el dolor. Podría atenuar el conflicto comunicacional que se podría dar después de la confesión”.
“Cuando tú descubres la infidelidad, es porque te estaban engañando. No hubo respeto, por lo que puede significar un dolor más grande; pero en ambos casos el quiebre se da por las mismas razones”.
“Las teorías neuropsicológicas confirman que existe mayor cantidad de hombres que pueden mantener relaciones físicas (sexuales) sin involucrar un componente afectivo. Eso lo hace mucho más libre, más propenso a vincularse con otra persona; por ende, sin tanta complicación.
Para la mujer es distinto: químicamente, el cerebro funciona distinto, por lo que existe mayor compromiso emocional…”.
“El tema de la infidelidad de hombres y mujeres, más que nada, tiene que ver con algo cultural. Eso influye más que nada… a veces, todo se trata de represiones o de permisos sociales para el hombre. Nada se puede justificar por el componente neuropsicológico; eso da un contexto, pero nada más…”.
Reacciones
Para el psicólogo Juan Pablo Carnevali, “una infidelidad siempre significa una situación complicada para las parejas, pero hombres y mujeres tienen diferencias. Por ejemplo, ella suelen valorar mucho más la parte emocional, por lo que les cuesta disociar un encuentro sexual de la pareja sin que haya sentimientos. Además del componente físico, ella se siente herida en su amor”.
“El hombre cuya pareja le ha sido infiel siente que su orgullo masculino ha sido herido.
Muchas veces, lo ve como un ataque de género del cual cuesta mucho reponerse.
Después comienza a tomar el peso de las implicaciones emocionales. Al principio reacciona desde la venganza, lo que es una actitud muy machista”.
“Lo ideal es que ambos conversen y vean cuál es el camino que quieren seguir. No siempre es recomendable que lo intenten de nuevo, porque hay ocasiones en las que los sentimientos siguen heridos, a pesar de los esfuerzos que se hacen. Ambos deben ser honestos y actuar en consecuencia”.
No involucres al resto. Los problemas de pareja, son exclusivamente de los dos. Suele suceder que las el afectado rechace a las amistades del infiel, pero ten algo en cuenta, los amigos no tienen nada que ver en los problemas con tu pareja y pueden seguir siendo leales a ambos.
 “Si no hay hijos, quizás sea más fácil separarse. Muchas veces, las parejas aluden a sus hijos para seguir juntos, aunque la relación ya no sea buena. En la mayoría de los casos, una infidelidad desgasta el amor, sobre todo porque elimina un factor fundamental: la confianza. Si ésta no existe o ha sido quebrantada, la persona se vuelve más insegura”.
Lo más recomendado es enfrentar la situación y no esperar que las cosas ‘se pasen solas’. Incluso, hay algunas personas que tienen sospechas o están convencidas de que la pareja le es infiel, y esperan a pillarlas o a que lo confiesen.
Eso es muy perjudicial: la clave está siempre en hablar con la verdad y el respeto que ese otro merece”.
Equilibrar mente y corazón. Piensa en frío. La rabia y el dolor pueden nublar tu buen juicio y por eso es mejor esperar a que se calmen las cosas, conversar con tu pareja y evaluar la posibilidad de reconstruir la relación o definitivamente optar por otro camino.
Ayuda profesional. Cuando ya no sólo el problema te afecte a ti, en cuanto a cómo te sientas, y empiece a afectarte en todos los aspectos de tu vida cotidiana, como las relaciones en el trabajo, familia o amigos, deberías considerar la posibilidad de que tú sola ya no te bastas para resolver el problema y acudir a un profesional que te pueda orientar, sobre todo si estas al borde de una depresión.





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